JOYERÍA FINA


“No es oro todo lo que reluce”... Vale, sí. Pero, ¿Qué pasa si sí es oro y además es reciclado? Nuestra línea de alta joyería contiene oro reciclado, que combina la más alta calidad y durabilidad con la esencia contemporánea de este material.
La pureza del oro se mide en quilates. Un quilate representa una veinticuatroava parte (1⁄24) de la masa total de un metal precioso. Empleamos oro de 18k: significa que, si dividimos una pieza de oro en 24 porciones, 18 porciones (75%) son oro puro y las 6 partes restantes (25%) son una mezcla de otras aleaciones de metales para reforzar la pieza. Esta mezcla es esencial para poder elaborar joyas resistentes y duraderas.
El oro también tiene diferentes aleaciones, lo que permite diferentes tonalidades. Nuestra colección incluye piezas de oro amarillo y blanco. El oro amarillo obtiene su color de la naturaleza, mientras que el oro blanco resulta de la mezcla de oro amarillo con platino y un baño de rodio que le da su elegante tono blanco y un brillo especial a la pieza.
El oro reciclado (como su nombre indica) está elaborado a partir de metales reciclados en desuso como metales desaprovechados o piezas fundidas que contenían oro ¿La mejor parte? Mantiene la esencia y calidad mientras afirma la responsabilidad social y medioambiental hacia la cual estamos trabajando.
Sin minería involucrada en el proceso, podemos reducir los riesgos sociales y éticos asociados a ésta. El uso de oro reciclado también nos permite reducir la utilización de nuevas materias primas y disminuir nuestro impacto ambiental, dándole al oro la segunda vida que se merece: hermosas piezas de joyería.
Solo utilizamos oro de fuentes verificadas por instituciones reconocidas. Confiamos en el Responsible Jewellery Council (RJC), la organización líder mundial en el establecimiento de estándares para la industria de la joyería, que trabaja para garantizar negocios éticos y una gestión responsable en la cadena de suministro.
El oro reciclado utilizado en la fabricación de nuestras joyas proviene de fundiciones verificadas por el estándar CoC (Cadena de Custodia) del RJC.
Los diamantes se consideran las gemas más preciosas del mundo, un mineral que consiste esencialmente en carbono puro cristalizado.
Los diamantes lab-grown son elaborados replicando el modo en el que los diamantes naturales se crean en la naturaleza, empleando la más alta tecnología para replicar el proceso de creación natural de los diamantes sin el negativo impacto humano que puede llegar a tener la minería.
Muestran exactamente las mismas características químicas que los diamantes naturales, así como su impresionante belleza. Son física, óptica y químicamente iguales a los que crecen bajo la superficie de la tierra. La única diferencia entre los diamantes lab-grown y los extraídos en minería es su origen.
Muchos diamantes proceden de una cadena de suministro muy desequilibrada, lo cual plantea cuestiones éticas y medioambientales. Pero tenemos buenas noticias: puedes deleitarte del magnetismo de los diamantes con su hermano gemelo, los diamantes lab-grown.
El uso de diamantes lab-grown nos permite excluir el proceso de minería en la obtención de estas piedras preciosas, así como también lo permite el estándar Kimberley Process en el caso de los diamantes naturales. Con ello, evitamos los riesgos sociales inherentes de este proceso y nos alineamos con la importancia de crear una cadena de suministro más ética y sostenible.
Nuestros diamantes se producen de acuerdo con la tecnología de Deposición Química de Vapor (CVD = Chemical Vapor Deposition) o con la técnica de Alta Presión - Alta Temperatura (HPHT = High Pressure - High Temperature).
En el proceso de CVD, se coloca una semilla de diamante (polvo de diamante lab-grown) en una cámara de vacío que se calienta a alta temperatura y se llena con un gas rico en carbono. Este gas se ioniza, dejando que el carbono puro se adhiera lentamente al polvo de diamante, átomo por átomo, capa por capa, lo que finalmente culmina en la creación del diamante.
Con respecto a la técnica HPHT, la semilla de diamante (también polvo de diamante lab-grown) se expone a condiciones de alta presión y temperatura. Esta semilla se derrite y se forma un diamante más grande alrededor, que finalmente se deja enfriar para descubrir el diamante creado.
Nos centramos especialmente en la calidad del corte y, por tanto, en la belleza del diamante. Cuanto más facetado sea el corte de un diamante, más intenso será el brillo. Esto sucede gracias al reflejo interno de la luz, permitiendo que las facetas generen un efecto espejo entre sí.
Cada diamante en nuestra colección está cortado y pulido a mano, un proceso artesanal que es definitivamente un arte. Con 57 facetas o lados, los mejores ángulos son obtenidos para que el diamante brille con su máximo esplendor.
Durante el proceso de formación natural del diamante, el carbono no cristalizado crea imperfecciones invisibles a la vista humana, conocidas como inclusiones, que elevan su valor y aportan singularidad a cada gema.
La claridad de un diamante mide su pureza. En la escala internacional que los valora, nuestros diamantes son clasificados con el estándar SI1 (pequeñas inclusiones). Nuestros gemólogos trabajan en estrecha colaboración con orfebres para asegurar que cada diamante se coloca de la mejor forma posible, asegurando que la belleza de cada gema se realice por completo.
Los diamantes se encuentran en una amplia variedad de tonalidades diferentes. La escala de color del Instituto Gemológico Americano (GIA) es el estándar que determina la pureza del color de un diamante, que va desde el blanco hielo o color D, al tono Z, mucho más cálido.
En PDPAOLA trabajamos con diamantes casi incoloros categorizados en grado H, un tono blanco impecable que permite una total refracción de la luz, añadiendo un brillo magnético a cada diamante.
Reflejo del tamaño de un diamante, los quilates son básicamente la unidad medida del peso de los diamantes. Siendo muy exactos, un quilate equivale a 200 miligramos o, en otras palabras, 5 quilates equivalen a 1 gramo.
Los diseños de nuestra colección de Joyería Fina se basan en un lujo sobrio para acompañarte en tu día a día. Buscando ese equilibrio, elaboramos piezas con diamantes de 0,1 a 0,5 quilates que te permiten explorar qué significa ser una mujer en la actualidad a través de joyas atemporales.
El proceso de fabricación de nuestra colección de alta joyería combina una atenta experiencia artesanal con la última tecnología. Después de la fundición de oro, las partes de la joya se sueldan a mano. A continuación, toda la superficie de la pieza se pule hasta el último rincón para eliminar las impurezas y moldear la forma final de la pieza.
Posteriormente, cada diamante es engastado a mano por joyeros experimentados. Ya con las gemas en su sitio, con una pasta y piedra especiales se vuelve a pulir las posibles rayaduras de la lima y, por último aunque no menos importante, se utiliza un paño especial para realizar un pulido final a la pieza.
¿No sabes si este pendiente es adecuado para la zona de la oreja que tienes pensada? Estas son las zonas ideales para llevar este diseño:
TAMAÑO MUÑECA (mm) | TAMAÑO MUÑECA (in) | TALLA DESEADA: |
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45 - 55 mm | 1.77 - 2.16 in | S |
50 - 60 mm | 1.96 - 2.36 in | M |
Diámetro interno(mm) | Diámetro interno(in) | TALLA DESEADA: |
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15,3 mm | 0.60 in | 8* |
15,9 mm | 0.63 in | 10 |
16,5 mm | 0.65 in | 12 |
17,1 mm | 0.67 in | 14 |
17,8 mm | 0.70 in | 16 |
18,4 mm | 0.73 in | 18* |
Guía de tallas
TALLA DESEADA: |
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